18 de marzo de 2010

Renacer

Abstraído, hálito inaudible,
silenciosas noches decembrinas
permanece en sus memorias.

Un intento más por aferrarse
a la escarpada pared
y salir de la tenebrosa sima.

Semeja un eremita,
sólo asistido por la voz del recuerdo
presto a hilvanar elegías,
y acaso paliar el vestigial aroma
que aún perdura
en la alcoba de su alma.

Doliente recuerda,
- para él victoriosos -
aquellos veinte combates,
- vilmente olvidados por otros -
consolidando la morada
donde permanecer con los suyos …
¡Nunca se preguntó hasta cuándo!
Estaba seguro:”hasta la muerte”.
Obviaba mantener en la cúspide
sus nobles ilusiones
en aquel manejable oleaje.

Mas todo naufragó.
Absolutamente todo.
Apareció la vorágine,
tentacular,
que devastó toda raigambre.

Un nuevo escenario:

almas agrietadas,
frondas calcinadas,
quebrados juramentos,
caricias transmutadas en…
injurias.

La Tierra entera lloró
al ver criaturas
dispersas por la infamia.

Lloró la Tierra entera.

* * * * *
Ah…
Ahora…
después de prometedores plenilunios,
remozado abraza la otra rivera
y fervoroso, la mira,
la besa, la estrecha.

Sepultada quedó
la aureola de espinas
que atravesaba su ideal.

Mas se mantiene íntegra,
íntegra en su mundo,
la insensible roca que aún
proyecta sus cantos aguzados
en derredor;
aún expulsa migajas tóxicas
disfrazadas de bondad
que como dardos venenosos,
se clava en el corazón de los nobles.


Ah…
Ahora…

El presunto convicto, reivindicado,
regresa del patíbulo
con espíritu vivificante.
De pronto el Universo, irreflexivo,
le ha forzado a tropezar
con la Hénide que ha imaginado,
y ahora se sabe atrapado
en la urdimbre de su genio.

Vesánico, añora adherirse
a su centelleante umbral
y confundirse con sus ojos miel;
besar insistente
la cadenita de plata colgante
en su cuello de nácar;
tentar uno a uno,
los agraciados lunares
que orlan
todo su cuerpo.

Exultante, desea
notificarlo a las Helicónides,
a los Cuerpos Errantes,
a la Silueta Semidesnuda
que emerge de la espuma del mar;
llegar hasta las insondables
criaturas marinas
y contarles su gozo.

Su nueva estrella,
acunada en otro lecho.
anhela entonar loas al Mundo.

Ah…
Poeta quisiera ser
por unos instantes.

Por una eternidad,
sentirse poeta…

r.c.
14 de Febrero – 2010

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