9 de julio de 2009

Angustia crepuscular

I.
Onírico, fatigoso,
lejos de todo,
como en otra existencia,
soy rodeado de
siluetas amenazantes,
entelequias volátiles,
sombras desvaídas.

¡Eco de cotidianas fijaciones!

II.
Extrañamente sentenciado,
debo paralizar los sentidos.
¿Cuáles sacrificar?
¿Cuál llevarme adherido
a la oscuridad absoluta
de mi gélida oquedad?

Sólo uno.
Uno solo
es la sentencia firme
del patibulario.
Cavilo en la pesadez
de mi desvarío:

III.
¡De la espejeada fontana
sacrificar el reflejo
de sus ojos garzos,
sin intermisión salvo
por las delicadas ondulaciones
de su cabellera azabache,
mirífica alegoría
que mueve a un universo
donde solo existen dos!
¡Oh! ¿Cuántas noches
de insomnio al definirla
en la oscuridad de mi mente?

IV
¡Privarme de inhalar
la esencia hialina
de su nívea cabecera,
aroma que inunda constante
su tersa piel de Venus;
manantial inmarcesible
de estimulantes bálsamos
que sedan mi defendible
vorágine sin desenlace!

V
¡De sus trepidantes
profundidades inocentes
apenas exploradas,
inhibirme de libar
como los dioses,
el dulce néctar de
la exquisitez fecunda;
paladar que en las
frías noches
disciplina mis sentidos
y acaricia mi lujurioso despertar,
prendado días enteros
a su recuerdo!

VI
¡Renunciar los arrítmicos
estremecimientos de
su febril vientre,
unísonos al palpitar
de turgentes arterias,
a mi táctil piel íntegro adosado...
Entretanto grávido de gloria,
su cuerpo enervante
alcanza la lívida luz
de las conmovidas estrellas,
mediadoras devotas desde allá,
de un placer irreverente!

VII
¡O acaso,
nunca más escuchar
los trinos de la
querúbica sinfonía,
en vano inundando
mis otros sentidos
mientras en el interludio,
bajo el efluvio de las
moribundas notas
rebotando en los balcones,
se levanta muda
su voz espacial
exigiendo libidinosa
mi nombre!

¡Oh insoportable inmolación!
No...

Distante,
abrazo este prodigioso entorno
en mi angustia crepuscular.

VIII
¿Qué se esperaba de un
inestable melómano
revestido de sueños inmortales
que varita en mano,
creyéndose en el podio
de reflectores parabólicos rodeado,
vehemente oscila sus brazos,
sacude con furia la cabeza
y multiplica fuera de si
su difuso corazón al compás
de la vibrátil obertura,
para sentir en la polifonía
el latido de su vida?

r.c.

1 comentario:

OscArtS dijo...

Me alegra mucho, el poder tener la oportunidad de leer sus escritos, don Renan.. Escogi este para dejar el comentario. por ser el dia de mi cumpleaños ...SAludos amigo. y su Blog, lo voy a incluir dentro de la lista de mis blogs . Gracias